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Por más que miro y miro, este proyecto no me convence en nada.
Nos ha costado muchísimo dinero comprar a jugadores de clase media mundial, cuando con ese dinero podríamos tener estrellas contrastadas. Simao llegó por muchisimo dinero (22 millones) y racaneando en su sueldo hasta el último minuto y aun sabiendo que el Atleti tenía atado a Quaresma por 12 millones en Diciembre del año pasado. Forlán nos costaba no más de 2 millones hace unos añitos y ahora se han pagado 24. Raul García, Motta y Cleber Santana nos han costado en total unos 20 millones, y el equipo va a seguir jugando igual de mal que todos los años, ya que ninguno tiene visión de juego y capacidad de organización. Por Luis García hemos pagado 6 millones, llevaba 6 meses lesionado y está en la recta final de su carrera. Y para acabar hemos vuelto a escupir a la historia del club fichando a Reyes, jugador que nos es del agrado de la afición ya que hace un año prefirió la otra orilla del río.

En lo que bajas se refiere, hemos regalado a un montón de canteranos, o cedidos estupidamente a equipos de segunda en vez de buscar mejor destino. Se ha malvendido a Fernando Torres, ya que el año pasado se le bajó la clausula y este año se podía haber subastado entre los grandes de Europa, pudiendo llegar a pagar por el cantidades mucho mayores. También nos hemos desprendido de un jugador que el año pasado en 10 partidos dio más sensacion de compromiso que otros en toda la temporada, y que para el juego vertical que pretende hacer Aguirre era imprescindible, Petrov. Han dejado ir gratis a Gabi, jugador mediocre donde los haya, pero que ya es titular en Zaragoza. Hemos regalado a Costinha para luego pagar 1 millon por Motta.
Y ya el colmo, aun teniendo ofertas que rozaban la decena de millones de otros quipos de diferente liga, hemos insultado a nuestros aficionados regalando a Luccin por unos miseros 2.8 millones a un equipo de nuestra liga.

Con lo que me cuesta a mí ganar un euro, Cerezo y Gil Marín se mofan de nosotros, jugando (horrosamente mal) al monopoly con el dinero de nuestra casa que han vendido a espaldas de la afición.